Las aventuras de la tía Amada y de su hermana Engracia Comedia. De Benjamín Gavarre. Escena 1. Doña Gertrudis, anciana que pasa de los 70 toca el timbre del departamento y consultorio de la tía Amada y de su hermana Engracia. Frau Helga, la empleada doméstica y asistente ejecutiva, le contesta por el interfono. Frau Helga. – ( Biliosa ) ¿Qué se le ofrece? Gertrudis. – ( Misteriosa ) Disculpe, señor. No me lo vaya a tomar a mal… Frau Helga. – No soy señor. Soy señorita. Gertrudis. – ( Resignada ) Sí. Sí. Es posible… En fin, disculpe. ¿Es el consultorio de la tía Amada y su hermana Engracia? Frau Helga. – ( Furiosa ) ¿Qué cosa dijo? ¿Qué “Es” Posible? Gertrudis. ─ ( Cortante ) Sí, sí. Dije lo que dije... Yo creo. En fin. Yo sé que nada tiene solución. ¿Pero qué le va uno a hacer? Preguntaba yo si es aquí El Consulto...