Darío Fo NO tengo, no pago. o (¡Aquí no paga nadie!) PRIMER ACTO La casa modesta de un obrero: una mesa el centro, una cama, un armario en un lateral, un aparador, un frigorífico, una cocina de gas y dos bombonas de soldadura autógena. Entra ANTONIA seguida por MARGARITA. Vienen cargadas de bolsas repletas de comida. Las dejan sobre la mesa. ANTONIA. -Ay. Margarita, hija, menos mal que me has ayu- dado. MARGARITA. -¿De dónde has sacado el dinero para com- prar tanta comida? ANTONIA . -Ya te he dicha que me ha tocado todo con los cu- pones hogar..., y además, en el detergente me he encontrado una moneda de oro. MARGARITA. -Ya. ¡Conque monedas de oro! ANTONIA. -¿No me crees? MARGARITA. -No. ¡Hasta luego! ANTONIA. -No, espera, que te cuanto la verdad, Pero antes cierra la puerta. MARGARITA. -(Cierra) Adelante, cuenta. ANTONIA. -Bueno, pues resulta que fui al supermercado, y me lo encontré lleno de mujeres, que armaban una gresca tre- menda por la sub...