El auto del diablo (The Devil Car) Roger Zelazny Murdock aceleró a través de la Ruta de la Gran Llanura Occidental. El sol era un yoyo llameante a gran altura sobre él, a medida que superaba las innumerables colinas y elevaciones de la Llanura a algo más de sesenta millas por hora. No reducía en ningún momento, y los ojos ocultos de Jenny detectaban todas las rocas y baches antes de llegar a ellos, reajustando cuidadosamente su rumbo, en ocasiones sin que él detectase siquiera el sutil movimiento de la barra de dirección bajo sus manos. Incluso a través del oscurecido parabrisas y de las gruesas gafas que llevaba, el resplandor de la Llanura fundida ardía en sus ojos, de tal modo que en ocasiones parecía dirigir una lancha muy rápida a través de la noche, bajo una brillante luna alienígena, y que su camino discurría a través de un lago de fuego plateado. Altas ondas de polvo se alzaban en su estela, colgaban en el aire, y pasado un tiempo se posaban de nuevo. — ...