Ensalada de locos: Entremés del FALSO médico y los locos DEL RITMO
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"Amados espectadores, damas y caballeros, y aquellos que han perdido el juicio:
Deteneos un momento en este muladar de la existencia, donde los botes de basura guardan los secretos de nuestra farsa cotidiana. Lo que vais a presenciar no es una simple comedia, sino un espejo deformado de nuestro mundo: una Ensalada de Locos.
Aquí, la sabiduría no yace en los diplomas ni en las batas pulcras. El médico es un charlatán, un buitre de panza grande cuyo único Dios es el cochinito rosa de su alcancía. La justicia, si es que existe, está en manos de aquellos que la sociedad ha condenado al manicomio: el profeta que viaja en trenes no inventados, la crítica que analiza orina y el pícaro que solo conoce el ritmo del BAM-BAM.
Prestemos atención, no a las palabras altisonantes, sino al pulso de la escena. Pues en esta obra, el verdadero antídoto contra la avaricia y la impostura no es la razón, sino el Ritmo. Un TÍN-TÓN-TAN-TÁN que desarma la soberbia, que obliga a la verdad a salir a la luz, y que, en última instancia, transforma la codicia en una melodía, por horrible que sea.
Que el ritmo os guíe, pues, y que la locura os revele el único secreto que vale la pena conocer: a veces, para curar al mundo, es necesario volverse un poco, o un mucho, ¡más loco que la enfermedad misma!"
Personajes:
·LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS: Imprevisible; muy
chiflada y muy culta. Puede analizar y criticar las situaciones más complicadas
con la precisión de un dardo.
·EL CACARIZO: Pícaro. "Caja de resonancia"
rítmica.
·MÉDICO MOCO-COCO: Es el típico matasanos charlatán. Su panza
lo delata como un gran tragón. No le interesa curar a sus pacientes sino que le
pongan dinero en su alcancía de puerquito rosa.
·LOCO TINTÍN: Es un profeta, un iluminado, y un Gracioso
típico como los del Siglo de Oro español. Impone el ritmo. Es el rey del caos.
·RUPERTINCHE-PEDINCHE: Es el papá del Loco
Tintín. Es un falso hipocondriaco, y, como su nombre lo indica, es codo y
pedigüeño.
Escenario:
Una esquina cualquiera, que es finalmente un basurero. Hay una gran caja de madera color caoba que a veces se usa como mesa. Botes de basura, trastos de toda clase… alguna imagen de un gato chismoso…
(Al inicio del
entremés están LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS y EL CACARIZO sentados en
sillas de jardín destartaladas y cerca de la caja-mesa. Entra MÉDICO
MOCO-COCO, con una bata limpia y ajustada, lleva una alcancía de puerquito
rosa que lo delata como un gran cobrón. Casi al mismo tiempo, entra RUPERTINCHE-PEDINCHE,
fingiendo tos de perro; viene arrastrando a su hijo, LOCO TINTÍN, que
patalea.)
MÉDICO MOCO-COCO: (Con voz chillona).
¡Pueblo mío! ¡Escuchad! ¡Yo soy el Médico Moco-Coco, soy una eminencia viva de
la Medicina Moderna! ¡Hago sangrías y emplastos de crema de caracol para las
dolencias del alma y del corazón! ¡Ah… y no lo pongan en duda: cobro caro, muy
caro!
EL CACARIZO: (A LA LOCA
CHIFLIS-CHIFLIS). ¡Mira, Chiflis! ¡Un Doctor tan gordo como su alcancía de
puerquito!
LA LOCA
CHIFLIS-CHIFLIS: No
tiene estetoscopio ni bacinica, ni frasco de vidrio soplado para revisar los
meados. Ash, pero qué tal que sí trae una alcancía, para cobrarnos sus remedios
inservibles.
RUPERTINCHE-PEDINCHE: (Con quejido de
farsa, él sí quiere que lo atienda el falso médico). ¡Ay, Doctor! ¡Me muero!
Revíseme los meados. ¡Póngame un emplasto de caracol en la panza! Hágame una sangría… (Dice esto mientras trata de marear al
doctor con tanta palabrería) Ay, pero qué bonito puerquito… tan rosa, ¿puedo
quedármelo? (Le arrebata la alcancía al doctor)
LOCO TINTÍN: (Le toca la frente a
su papá y después le toca la cabeza al medicucho. Luego, le quita la alcancía a
su papá y se la devuelve al matasanos). ¡Mi padre Moco-Coco es un mentiroso!
¡Es un ladrón de puerquitos y un engañador de matasanos!
MÉDICO MOCO-COCO: (Regaña a LOCO
TINTÍN). ¡Silencio, muchacho! Déjame que atienda a tu papá RUPERTINCHE-PEDINCHE
que yo sé bien que tiene el mal de la codicia. Es tacaño y embustero. (Le quita
el monedero a RUPERTINCHE-PEDINCHE, deposita una moneda en su alcancía y
se queda con el monedero en su puño cerrado.) Con esta monedita que saco de su
faltriquera yo le receto una cura eficaz para su mal de codo. Tiene usted que
rezar tres padrenuestros, hacer ejercicio, comer frutas y verduras… Y así se le
va a quitar lo ladrón y la avaricia. Por lo pronto, me quedo con su monedero
hasta que cumpla usted setenta y cinco años…
EL CACARIZO: (Riendo). ¡El ladrón
es ese Doctor ladrón y descarado! Él cobra antes y dizque receta después… Y se
ha quedado con su monedero el viejo panzón.
LA LOCA
CHIFLIS-CHIFLIS:
¡Ah, sí, mugre viejo panzón… macarrón! ¡A ver, Doctor Moco-Coco!
Explíqueme, y no se atreva a cobrarme con sus ínfulas de Dios mismo visitando
la Tierra. Dígame: ¿Por qué los médicos panzones como usted solo piensan en
meter dinero a su puerquito rosa y no en curar a sus pacientes malaleche?
MÉDICO MOCO-COCO: (Con soberbia). No
quiero sonar como una eminencia condescendiente, pero mis estudios y mi
experiencia valen cada palabra que sale de mi boca. Y no, no soy Dios bajado a
la Tierra, pero casi… ¡Es la Ley Natural! Pero diantres, también puedo
ser muy generoso, vais a daros cuenta, loca mujer. (A RUPERTINCHE-PEDINCHE).
Le voy a dar gratis otros remedios contra sus vergonzosos males.
RUPERTINCHE-PEDINCHE: (Tan enloquecido como
su hijo). Ya lo vi, Doctor... Usted quiere quedarse con mi monedero. ¡Usted es
más abusivo que una cabra! ¡Ya, devuélvamelo!
LOCO TINTÍN: (Salta y señala al
Médico). ¡Una cabra, eso, eso, es una cabra desaforada… Se queda desaforado con
todo el dinero de los pobres… de los pobres pacientes… Usted, Señor MOCO, es un
falso médico Moco-Coco… Solo sabe hacer preguntas, pero no da ninguna
respuesta… Que si le duele, que si le arde, que si le pica… Es usted como una
sabandija nocturna… Tintín, tintan, tontín… Yo viajo en metro… Es un tren que
no se ha inventado todavía y no para nunca… Es subterráneo y es naranja,
rosa, verde y azul como las metrópolis del futuro… ¡Tun-Tun! ¡Tintín-Tantán!
MÉDICO MOCO-COCO: (Gritando). ¡Esas sí
que son locuras, una noticia del futuro es muestra innegable de una enfermedad
sin cura! Los trenes no inventados todavía no pueden viajar por el centro de la
tierra. (Pausa: el Médico se pone serio.) Señor padre de LOCO
TINTÍN: Hay que llevar a su hijo a la NAVE DE LOS LOCOS. Yo le puedo cobrar
a conseguir un boleto… Digo, yo le puedo ayudar a que lo admitan en la NAVE,
ah, pero me quedo con su monedero, eso quiero.
EL CACARIZO: (Risa cómica). ¡Yo
tengo un chiste viejo para usted, dizque-Doctor! ¿Por qué el poeta hambriento
tiene siempre la cabeza limpia?
MÉDICO MOCO-COCO: Usted no me cae bien,
mejor cállese.
LA LOCA
CHIFLIS-CHIFLIS: Yo
sí quiero oír el chiste. ¿Por qué los patines desiertos tienen rapadas
las orejas? ¿Por qué?
EL CACARIZO: ¡Porque el único
piojo que le quedaba murió de tanta hambre que le dio!
LA LOCA
CHIFLIS-CHIFLIS:
¡Ah, yo quiero que me investigue los meados, doctor… Y no se atreva a cobrarme!
(Saca un frasco con un líquido amarillo y espumoso). ¡Aquí está! ¡El Cántaro de
La Loca! ¡Universal y sin costo! ¡Revíseme los orines!
MÉDICO MOCO-COCO: (Mira el frasco con
repulsión). ¡Yo no reviso porquerías! ¡Yo soy un profesional! ¡Pues ya está!
RUPERTINCHE-PEDINCHE: (Se levanta una manga
de su brazo y le enseña el puño al Médico) ¡Ah! Pues usted, como médico está
obligado a revisar la orina de la señora, sí o sí. ¿Es usted médico
revisaorines o no lo es? Y será mejor que me devuelva mi monedero o me
voy a quedar con su puerquito.
(RUPERTINCHE-PEDINCHE
agarra el brazo del MÉDICO MOCO-COCO y le hace “manita de puerco”, es
decir, le dobla el brazo como lo hacen los luchadores.)
LOCO TINTÍN: (Excitado por la
violencia desatada, patalea y gritando con un ritmo que no ser puede ignorar).
¡Soy el rey! ¡La avaricia nunca cambia! ¡Tin-ti-tin-ton-tan-tán!
¡Tin-ti-tin-ton-tan-tán!
MÉDICO MOCO-COCO: (Saca un silbato de
metal de nuestros días y lo hace sonar sin parar. Todos se tapan los oídos).
¡Ya basta! ¡Aquí la víctima soy yo! ¿No se dan cuenta de que me han ofendido,
malagradecidos desgraciados… ¡Me han hecho perder la paciencia y no pienso ya curarlos
con mis grandes y sabios remedios! ¡Pobres miserables!
LA LOCA
CHIFLIS-CHIFLIS:
(Sardónica, al ritmo del LOCO TINTÍN). Pobre miserable usted tan gordo,
tan alcancía rosa, tan puerquito!
EL CACARIZO: (Con mímica, marcando
el ritmo grave del Loco). Es Puerquito: ¡Bom-bom-bom! Puerquitito:
BOMBOMBOM
(El MÉDICO
MOCO-COCO intenta huir. LOCO TINTÍN aúlla y su padre intenta
calmarlo, pero es tanta su locura que salta y corre hacia el Médico y le da
pamba al doctor, le da rítmicos manotazos a la cabeza del Médico, como si fuera
un tambor. El Médico no lo puede creer y grita sin parar.)
MÉDICO MOCO-COCO: ¡Esto es inaceptable,
inaceptable! ¡Ahhhh, les voy a cobrar hasta el año 2075… están endeudados
conmigo, palurdos, miserables!
LOCO TINTÍN: (Responde a la
provocación con ritmo rápido, le da de manotazos al médico no solo en la cabeza
sino también en la panzota). Palurdos-miserables-¡Tin-tin-tón!
Palurdos-miserables-Tin-tin-ton.
MÉDICO MOCO-COCO: (Grita, saltando
cómicamente, como si eso detuviera el embate de LOCO TINTÍN). ¡Ay! ¡Mi
seso! ¡Mi cerebro! Me duele, me pica, me arde... ¡Está loco! Este
muchacho está loco, hay que llevarlo a la Nave de los locos, yo lo llevo y
gratis, ¡pero ya! ¡No dejen que me siga dando pamba! (Se escapa en cámara lenta
de la pamba, pero LOCO TINTÍN lo persigue. Los otros personajes levantan
los brazos mueven las caderas. Es una escena delirante)
RUPERTINCHE-PEDINCHE: (Se une a la
persecución, intentando agarrar al MÉDICO MOCO-COCO). ¡Ven acá, diablo!
¡Doctor Ratero! ¡Devuélveme mi monedero!
LA LOCA
CHIFLIS-CHIFLIS:
(Mueve su frasco como si fuera un globo de cristal con nieve. Sigue el ritmo de
LOCO TINTÍN). ¡La orina no es agua! ¡El piojo pide pan! ¡El siglo no es
redondo! ¡Yo quiero a Supermán!
EL CACARIZO: (Golpea su pecho con
ritmo). Yo quiero a supermán-¡BAM-BAM! Yo quiero a Supermán-¡BAM-BAM! Y quién
es Superman, no sé. Y quién es Superman, no sé.
(La acción se
convierte en una farsa coreografiada por el ritmo del LOCO TINTÍN y EL
CACARIZO BAMBAM: LOCO TINTÍN le toca la cabeza al MÉDICO
MOCO-COCO (con las palabras titi tin tin ton). El Médico salta sobre su
posición en el escenario con los brazos alzados en exagerado terror. RUPERTINCHE-PEDINCHE
(Hace tan tan tan tan). Y se agacha y luego se incorpora y levanta los brazos. LA
LOCA CHIFLIS-CHIFLIS Se golpea a sí misma la cabeza con mucha gracia y
ritmo. Todo es un delirio que puede estar apoyado por música que apoye
el ritmo, como percusiones de bombos o tambores.)
LOCO TINTÍN: (Agarra el puerquito
del Doctor y se lo pone en la cabeza y da una vuelta final con el ritmo más
alto.) ¡TÍN-TÓN-TAN-TÁN! ¡Yo soy el Jefe! ¡TÍN-TÓN-TAN-TÁN! ¡Yo soy el Jefe!
Dame el monedero de mi papi.
MÉDICO MOCO-COCO: Que no, que no.
LOCO TINTÍN: Dame el monedero de
mi papi.
RUPERTINCHE-PEDINCHE: ¡Dame mi monedero,
viejo ratero!
MÉDICO MOCO-COCO: Que no, que no.
RUPERTINCHE-PEDINCHE: Que sí, que sí.
TODOS: Ah, ya dáselo,
dáselo.
(El MÉDICO
MOCO-COCO, harto, se trata de escapar pero ahora LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS
le hace “Manita de puerco” y no tiene más remedio que rendirse y se sienta en
la caja mesa, derrotado y con lágrimas de cocodrilo.)
MÉDICO MOCO-COCO: (Rindiéndose). ¡Me
rindo! Ustedes están locos, ¡todos ustedes! Quédense con mi puerquito y mi
dinero que he ganado en buena ley. ¡Me voy! ¡A buscar nuevos inocentes! ¡Me voy
a buscar otros pacientes!
(El MÉDICO
MOCO-COCO deja el puerquito y el monedero sobre la mesa e intenta escapar
una vez más, pero EL CACARIZO le impide el paso y le amarra las manos
con una cuerda)
EL CACARIZO: Ah, no te vas a ir
así nada más… Tienes que disculparte con todos nosotros.
El MÉDICO MOCO-COCO: Todos es mucha gente…
a ti no te hice nada…
EL CACARIZO: Ya te delataste
hermano… a mí no me hiciste nada quiere decir que sí le hiciste algo a alguien…
El MÉDICO MOCO-COCO: Bueno, tienes razón.
Les ofrezco una sincera disculpa.
LOCO TINTÍN: Yo no le creo nada,
que cante, que cante y así sí le creemos, que cante.
TODOS: Yo no le creo nada,
que cante, que cante y así sí le creemos, que cante.
El MÉDICO MOCO-COCO: (Canta de una manera
verdaderamente horrible) Yo canto, yo canto, a ver si así me creen y ofrezco
una disculpa una disculpa ofrezco… ¡Ya perdónenme pues!
LOCO TINTÍN: ¿Lo perdonamos?
TODOS: ¡Sí!
LOCO TINTÍN: ¿Lo perdonamos?
TODOS: ¡NO!
LOCO TINTÍN: ¿Lo perdonamos?
LA LOCA
CHIFLIS-CHIFLIS: Ah,
ya, suficiente, quedas perdonado, pero por favor, nunca, de los nuncas vuelvas
a cantar.
LOCO TINTÍN: Eso no está bien. Yo
me encargo de que aprenda a cantar… pero tienes que comprometerte, médico. ¿Te
comprometes?
El MÉDICO MOCO-COCO: Claro que sí.
LOCO TINTÍN: ¿Te comprometes?
El MÉDICO MOCO-COCO: (Canta muy afinado)
Lo juro, lo juro, lo juro. Yo prometo cantar… para todos ustedes…. Una bella
canción… y desde el fondo de mi corazónnn…
EL CACARIZO: Ah, qué bonito, es un
buen médico, me cae bien.
LOCO TINTÍN: Y a mí también.
TODOS: Y a mí también.
LA LOCA
CHIFLIS-CHIFLIS: (Al
público). ¡Visto está! La mejor cura y el mejor remedio para todos los males es
la música del corazón que sale sin dudarlo de... ¡una muy bien condimentada
ensalada de locos!
EL CACARIZO: (Ajustándose la
ropa). Música mi Chiflis. ¡Que inicie el baile!
(Todos ríen y bailan
una rítmica y muy alegre cumbia. Oscuro. Todos hacen la reverencia
final.)
FIN